9 ago 2012

Estudiantes recibiendo instrucciones de orden cerrado y marcha

25 jul 2012

APODOS AFECTAN AUTOESTIMA Y EL RENDIMIENTO ACADÉMICO

Un Estudio colombiano publicado por el diario El Tiempo dice que los sobrenombres afectan la autoestima y hasta el rendimiento académico en las personas.
Estudiantes de la escuela de Quetame, en Cundinamarca, lo comprobaron y junto a expertos recomiendan a padres y profesores qué hacer en estos casos.
"Burro", "Pescaíto", "Caballo", "Huesitos", "Caremogolla", "Jirafón", "Chula", "Piolín", "Boliqueso", "Chinche", "Carenalga", "Cabezón"... son algunos apodos que, definitivamente, demuestran ingenio, creatividad y habilidad. Pero, también son pruebas de gran envidia o fastidio hacia el otro, pues tienen altas dosis de agresión y humillación.
Y es que así como algunos causan risa, otros hieren, como comprobaron los autores del estudio.
Para Lucía Vargas Posada, psicóloga clínica infantil y de familia, "si bien hay mayor tolerancia a las diferencias entre las personas, lo que se sale del promedio llama la atención y puede ser objeto de burlas (color de piel, tener orejas grandes, usar anteojos o tener sobrepeso)". 
Así, un rasgo distintivo puede motivar un apodo cariñoso como "Gordito" o uno cargado de hostilidad como "Bola de Grasa". "El primero podría ser aceptado porque no tiene ánimo de mofa. El otro, rechazado, mas si el niño o adulto no está contento con su físico. En este caso se siente mal y sufre en silencio o rompe en llanto porque el alias significa segregación, burla y agresión", según la experta.
Para el especialista Germán Pardo, quien pone los apodos también está en problemas. "Demuestra, pese al ingenio, poca capacidad de aceptar las diferencias o tal vez envidia y deseos de ofender a los demás ridiculizándolos".
Como es difícil que a nivel social y cultural se acaben los apodos, los expertos ven la necesidad de que se trabaje con los niños reforzándoles su autoestima, enseñándoles a manejar sus emociones y a aceptando las diferencias.
En el caso del apodo, si el niño llora, sale corriendo o se ofende, demuestra que el otro logró su propósito y seguramente lo seguirá molestando. En cambio, si con calma le dice que no le gusta o ignora la situación, tal vez todo termine ahí. (NST)

EL NOMBRE PROPIO: SU IMPORTANCIA EN LAS RELACIONES INTERPERSONALES


Esto es fácilmente verificable si pensamos, por ejemplo, en nuestra reacción al escuchar que un antiguo amigo nos llama por nuestro nombre al primer reencuentro. Nos sentimos bien porque comprobamos con ello que hemos sido importantes para el otro, ya que puede recordar con facilidad nuestro nombre. O preguntémonos, ¿qué comunicación escrita solemos leer con mayor esmero y emoción, aquella circular de difusión masiva (o sea, anónima) o la que viene en un sobre con nuestro nombre propio escrito y que es repetido aun en varios párrafos?
El ser recordado por su nombre propio es algo que las personas agradecen con calidez y es un magnífico primer paso para cultivar y mantener excelentes relaciones interpersonales. Amor con amor se paga, ¿verdad?
Si tienes dificultad para recordar nombres toma en cuenta la siguiente la técnica:
·         Eche mano de una analogía. Cuando quiera recordar un nombre, establezca una relación de semejanza entre éste y una circunstancia particular (asócielo al parecido con su padre o con un amigo íntimo que lleva el mismo nombre, o con algún rasgo físico característico).
·         Pronúncielo varias veces inmediatamente después de haber conocido a la persona que lo lleva.
·         Anótelo en su agenda o en su libreta de notas personal, y cada cierto tiempo repase los nombres de las personas que ha conocido, repitiéndose a sí mismo lo importante que es recordar nombres.
·         Imagine un evento en el futuro en que usted necesitará alternar con esa persona. Futurizando la relación usted logrará mantener en su memoria cualquier nombre.

Recuerde: el sonido más hermoso e importante para una persona es el de su nombre propio.

EL SALUDO Y SUS MODALIDADES

El saludo, en cualquiera de sus modalidades (estrechar la mano, dar un beso, dar un abrazo, etc.) es una forma de mostrar cortesía y buena educación al resto de personas con las que tratamos.
Las formas de saludar son tan diversas como las culturas. Hay saludos afectuosos, ceremoniosos e incluso sorprendentes (al menos para las culturas occidentales). Hay saludos con y sin contacto físico. Hay saludos de todo tipo. Pero todos estos saludos tienen su propia interpretación y dicen mucho de quien los hace y como los hace.
Los saludos hablan por sí mismos. Un apretón de manos de una u otra manera, una mirada, un gesto ... nos pueden dar muchas pistas sobre como es la otra persona e incluso intuir las intenciones o pretensiones que puede tener.
Los saludos podemos dividirlos, de forma básica en estos tipos:
1. Los verbales. Aquellos que se suelen hacer con personas que conocemos o que nos han sido presentadas anteriormente. Dar un "buenos días", "buenas tardes", "¿cómo está?" y expresiones de este tipo, que en la mayoría de los casos no conlleva ningún tipo de contacto físico.
2. Los físicos (o de contacto). Son los saludos que suelen darse en presentaciones y otros momentos en los que hay un contacto físico como un apretón de manos, un abrazo, un beso, etc. Generalmente, suelen ser los más ceremoniosos: recepción por parte de la Familia Real o miembros del Gobierno, etc.
3. Los mixtos. Los saludos físicos que también van acompañados de un saludo verbal de cortesía: "Encantado", "Es un placer", etc. al mismo tiempo que se da la mano, se da un beso, un abrazo, etc.
Estrechar la mano, es la forma "más neutra" e internacional de saludo, en el que solo la fuerza, posición de las manos y duración del mismo le pueden dar alguna pista sobre el tipo de relación que puede llegar a darse. El corto y firme suele ser el más generalizado. El flojo y prolongado puede demostrar falta de interés, inseguridad. El más largo y firme, interés en comenzar una nueva relación, en colaborar y emprender nuevos proyectos.
El beso en la mejilla es una de las formas que se extiende con mayor rapidez. Se puede ver tanto a la Reina de España como al presidente de los Estados Unidos dar un beso en la mejilla. Es una de las fórmulas más extendidas a nivel mundial, sobre todo entre las mujeres. No obstante aunque las recomendaciones del protocolo son no besar a una persona que nos acaban de presentar, la realidad suele ser muy distinta.
El abrazo, la palmada en el hombro o la espalda, son forma de saludo demasiado efusivas para determinados momentos, y solo reservada para personas que ya se conocen con anterioridad. No obstante se puede ver este tipo de saludos entre mandatarios de países, entre reyes y en otras personalidades y autoridades.
El saludo, en caso de duda, el más neutro. Es decir, estrechar la mano, sin perder el contacto visual con la persona a la que saludamos y esbozando una leve sonrisa o un gesto agradable.
Nunca debe saludar a otras personas, con cualquier tipo de gafas que le oculten los ojos (principalmente gafas de sol), con la cabeza cubierta (gorra, sombrero, visera, boina, etc.), con los guantes puestos, con un cigarrillo en la mano,  con una copa en la mano o con la boca llena. En el caso de la copa y el cigarrillo se deja en un lugar a parte. En el caso de la comida, se debe terminar de masticar y tragar.
La buena educación y el saber estar no solo se demuestra en la mesa sino en otros ámbitos y situaciones. El saludo, es una de ellas, y es bastante importante, porque, al igual que la vestimenta, es la carta de presentación de las personas

28 abr 2011


INMUEBLE DE VALOR MONUMENTAL INTEGRANTE DEL PATRIMONIO CULTURAL DE LA NACIÓN

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